PASO DE NUESTRO PADRE JESÚS DE PASIÓN

Real Cofradía de Jesús Nazareno

RESEÑA HISTÓRICA

Sustituyó a otro anterior, que procesionó en las primeras décadas de los ochenta, grupo del jumillano Salvador Palao. Es una magnífica obra del escultor-imaginero D. Francisco Limón.

SEDE CANÓNICA

Erigída canónicamente en la Parroquia Mayor de Santiago.

INSIGNIAS DESTACADAS


Potencias: Plateadas con pedrería del Santísimo Cristo de Pasión (1999).
Corona: Es una pieza del siglo XIX en plata.

ICONOGRAFÍA

Es un grupo compuesto por tres figuras que representa el encuentro entre Cristo cargado de la Cruz, de pie, su madre, de rodillas, y San Juan Evangelista en la calle de la Amargura.

AUTOR

D. Francisco Limón Parra, nace en Villanueva del Ariscal. A la edad de dieciséis años comienza su carrera como escultor-imaginero. El mismo se considera un artista autodidacta, siguiendo la tradición clásica de los siglos XVI y XVII. Sus obras cristíferas y mariológicas, están basadas en los cánones tradicionales.

TRONO

Realizado en los Talleres Orovio de la Torre en Ciudad Real, según diseño de José Tévar García. Basamento en talud cóncavo tapizado negro, sobre cuyo fondo destaca una recortada teoría de placas de metal plateado, con ritmo de tamaños discontinuos, produciendo en su conjunto una sensación de singular y acompasado dinamismo. Se eleva este cuerpo sobre otro más estrecho de sección recta y perpendicular, todo él cubierto de mermada y animada flora de metal, calada sobre fondo negro. Iluminan este trono candelabros de guardabrisas plateados con cera morada.

Tunica

Está confeccionada en sarga de color negro, en el capúz va bordado el escudo de la Cofradía y sobre la túnica una singular dalmática de bordes mixtilíneos bordada en sedas matizadas por ambas caras, con cartuchos conteniendo los atributos de la Pasión.

Estandarte

Gran pieza de trocados, toda su área rematada en su parte inferior por lengüentas de recortada línea, de ritmo quebrado y dinámico, como el trono de la imagen titular y las túnicas de sus anderas, está recorrida por una tupida y carnosa, ornamentación de roleos vegetales bordados en oro pero que se puntean por finas flores (jazminez) bordadas en plata que iluminan el conjunto en cuyo centro destaca un tondo con la pintura al óleo del Camino del Calvario.

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